Se acabó la tregua. Pensé en convertir este blog en el fruto de mis pensamientos superficiales y no importantes, pero prefiero que siga siendo el reflejo de la mente enferma de Irene. Estoy cansada de fingir, de abrazar sin sentimiento. Sigo igual que siempre. Mal y cuesta abajo.
Siempre se me quedan las hojas en blanco y se me olvidan las palabras.
Se acabó.
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