domingo, 25 de agosto de 2013

Bah.

¿Dónde fue la esperanza? Necesito ir tras sus pasos, suplicarle que vuelva. Todo era más bonito cuando ella estaba a mi lado... Había ilusiones, sueños. Ahora sólo hay oscuridad profunda, gritos silenciosos, pesadillas vívidas, pesares insoportables y pesimismo extremo. La verdad es que el optimismo nunca fue lo mío.
Mis amigas las voces todavía siguen aquí, dentro de mi cabeza. Parece que están bastante cómodas ahí, insultándome, maldiciéndome, acariciándome y consolándome. Han cogido su asiento y dudo que se larguen... ¿Para qué?
Bah, que le den a la esperanza. Si ha querido irse, que no vuelva. Yo también me estoy acomodando.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Trigger.

Se acabó la tregua. Pensé en convertir este blog en el fruto de mis pensamientos superficiales y no importantes, pero prefiero que siga siendo el reflejo de la mente enferma de Irene. Estoy cansada de fingir, de abrazar sin sentimiento. Sigo igual que siempre. Mal y cuesta abajo.
Siempre se me quedan las hojas en blanco y se me olvidan las palabras.
Se acabó.

viernes, 9 de agosto de 2013

Recovery.

La verdad, no sé si serán esos besos, esos abrazos o esas miradas, pero me algo me está dando fuerza y me está rellenando este vacío de esperanzas. Sí, la pena sigue ahí. Sí, el odio a mí misma sigue ahí. Sí, los pensamientos negativos siguen ahí. Pero me parece que los sueños y las ganas de avanzar pueden más.
Sólo espero que este positivismo dure bastante porque... yo también tengo derecho a ser algo feliz, ¿no?

sábado, 3 de agosto de 2013

SH.

Este es uno de los momentos en los que vuelven las voces. Podría dormir y hacerles callar de una maldita vez, pero entonces, sale ese fantasma llamado Insomio. Podría pasar el rato con mi familia, sentados en el comedor, riéndonos por cualquier tontería que saquen en la televisión, pero entonces, sale ese fantasma llamado Irritabilidad. Sólo queda un fantasma, el más atractivo, llamado Autolesión. ¿Qué puedo hacer? Debo huir de todos ellos, pero también debo huir de las voces...

jueves, 1 de agosto de 2013

Mrs. Self Destruct

Esta mañana, cuando me desperté, me quedé dos horas tumbada en la cama, quieta, sin moverme lo más mínimo. Tenía la mirada fija al techo. Pensé: ¿Por qué te haces esto a ti misma? Anoche bebí demasiado, fumé demasiado y perdí demasiado el control, pero perder el control es lo que me hace sentir bien. Y es que la autodestrucción es preciosa a su manera. Me acordé de lo que me dijo mi psiquiatra: "Quieres pero no quieres." Y es cierto, por una parte quiero dejar de hacerme tantísimo daño, pero otra parte, la vocecita, mi yo enfermo y autodestructivo dice que no quiero dejar de sufrir. Esto no termina, es un bucle. Y me asusta. Cada día necesito comer menos, cortar más profundo, beber más cubatas, fumar más cigarros, liar más porros.
No sé qué día llegaré al límite en el que todo se me acabe sin quererlo... Pero queriendo.