jueves, 1 de agosto de 2013

Mrs. Self Destruct

Esta mañana, cuando me desperté, me quedé dos horas tumbada en la cama, quieta, sin moverme lo más mínimo. Tenía la mirada fija al techo. Pensé: ¿Por qué te haces esto a ti misma? Anoche bebí demasiado, fumé demasiado y perdí demasiado el control, pero perder el control es lo que me hace sentir bien. Y es que la autodestrucción es preciosa a su manera. Me acordé de lo que me dijo mi psiquiatra: "Quieres pero no quieres." Y es cierto, por una parte quiero dejar de hacerme tantísimo daño, pero otra parte, la vocecita, mi yo enfermo y autodestructivo dice que no quiero dejar de sufrir. Esto no termina, es un bucle. Y me asusta. Cada día necesito comer menos, cortar más profundo, beber más cubatas, fumar más cigarros, liar más porros.
No sé qué día llegaré al límite en el que todo se me acabe sin quererlo... Pero queriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario